Adrian & Rakel

Adrian y Rakel se conocieron a la manera moderna: deslizando el dedo hacia la derecha en Tinder (¡swoon!) en 2017.  Después de chatear durante más de un mes sobre absolutamente todo, llegó el momento de conocerse por primera vez. Había un pequeño problema: Adrián vivía en el pueblo de Djúpivogur, en el este de Islandia, y Rakel vivía en el norte del país, así que había un largo camino hasta la cita.  Su primer encuentro tuvo que ser el fin de semana, ya que Rakel tenía que conducir 546 km (339 millas) o casi 8 horas para encontrarse con su encantador príncipe.    También había otro problema: Adrian no hablaba ni escribía muy bien inglés, y las conversaciones se hacían con el traductor de google, ovbiamente sin que Rakel lo supiera. Os podéis imaginar su sorpresa cuando se encontraron por primera vez.

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El primer encuentro: Empezó con una sonrisa el uno al otro y luego un incómodo «HOLA», para dar paso al mejor y más largo abrazo que han tenido nunca, al igual que el tiempo se detuvo, de alguna manera el nerviosismo desapareció y - como dicen en España - «la otra mitad de la naranja fue finalmente encontrada».

El día siguiente estuvo lleno de silencios y muchas manos señalando para intentar entenderse, pero después de pasar el fin de semana juntos sabían que habría una segunda cita en el calendario.

Sí, Rakel volvió a conducir al fin de semana siguiente, otros 546 km sólo

de ida.

Esto realmente debe ser algo especial.

 Y, por supuesto, la segunda cita fue mucho mejor ya que Adrián practicó más su inglés con Google y empezaron a entenderse mejor cuando señalaban con la mano.

Después de eso -larga historia resumida- SÍ, han estado juntos desde entonces.

Encontrar favoritos entre los recuerdos de Adrián y Rakel es complicado ya que les encanta pasar tiempo juntos, así que mejor decirlo con las nouestra Historia fotos. Les encanta viajar y descubrir nuevos lugares. Les fascina un buen plato de comida y por supuesto, algunos vinos y cervezas. Disfrutan pasando tiempo con sus amigos y conocer gente interesante. Les encanta pasar tiempo en la cocina preparando algo rico de comer, ver una buena película y por qué no, pasar tiempo juntos en silencio.

Sus vidas tienen mas sentido cuando están juntos, una verdadera historia de amor.

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 La Pedida de mano:

La pedida fue un poco única, ya que termino siendo una doble propuesta, pero con alguno años de diferencia entre ellas, ya que tuvieron que cancelar sus planes de boda cuando el C-19 golpeó al mundo.

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La primera Pedida: Adrián planeó proponerle matrimonio a Rakel durante su viaje a España en Semana Santa de 2018, el cual fue el primer viaje de Rakel donde conoció a Isabel, la madre de Adrián.

Durante una escapada a Málaga fue el momento que Adrián eligió para proponerle. Pasearon por la playa y Adrián decidió que sería bueno sentarse y descansar después del almuerzo masivo que acababan de tener. Empezó a hablarle de la vida y por supuesto del amor y después de algunas palabras bien dichas la caja salió de su bolsillo y se arrodilló para hacerle la pregunta. Mientras hablaba Rakel reaccionó diciendo: NO, NO, NO, qué es eso?

 Adrián no se atrevió a decir nada ya que ese gran NO no parecía ser la respuesta que estaba esperando oír.  De igual modo terminó preguntándole a pesar de que ella había .soltado ese No, Por supuesto Rakel dijo: Quiero decir SI, no no...

Después de entregarle el anillo, lloraron se abrazaron y se besaron en esa playa.

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La segunda pedida: Rakel planeó proponerle matrimonio en su cumpleaños de 2024, sólo porque Adrián mencionó de broma en varias ocasiones, "Si alguna vez nos casams tendrás que ser tú quien lo proponga, yo ya lo hize en su día y, como tuvimos que cancelarla, esa proposición ya no cuenta".

Su plan era hacerlo mientras veíamos la puesta de sol en el restaurante La Roca, ubicado en el centro histórico de Salobreña, sin embargo no fue fácil para ella ya que el restaurante estaba lleno de gente y ella se asustó un poco, incluso pensando en dejarlo para otro momento. Pero después de una comida increíble y un par de vinos, era hora de volver a casa dando un paseo, en el camino Rakel finalmente le echó coraje para preguntarle. Convenció a Adrián de que se sentaran en un mirador cercano al restaurante y allí mismo sacó la cajita y se arrodilló formulando la pregunta.

Por supuesto el dijo; "SI, por fin!

Justo después de que el anillo fuera puesto, lloraron, se abrazaron y besaron en un momento para recordar.

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Estamos muy contentos de que te unas a nosotros en la celebración de nuestro amor

 

 Nos vemos pronto!